No debemos pretender comprender el mundo sólo por el intelecto, pues es sólo parte de la verdad, la transformación viene de la experiencia y la emoción. Car Jung
La sincronicidad es un concepto introducido por el psiquiatra y psicólogo suizo Carl Jung, que en los años 60 se refería a ella como la ocurrencia de eventos significativos que parecen estar relacionados, pero que a los ojos humanos no tienen una conexión causal directa. También llamada coincidencias y para otros diosidencias o como siempre digo, en el universo no existen las casualidades, azares, ni buena o mala suerte, solo una información en orden perfecto con la fluencia de la vida que cuando nos unimos a ella estamos aprovechando la ley de correspondencia.
En esta época del año empezando con el thanksgiven, día de la luz (8 de diciembre), solsticio de invierno, navidad y demás fiestas… puede ser un momento propicio para reflexionar sobre nuestras vidas y alinearnos con nuestras necesidades personales y espirituales. Alinéate con esta frecuencia vibratoria alta donde el mundo para por unos segundos, baja su ritmo alocado, respira, pausa, se siente una unidad y conéctate con esas sincronicidades que están más a flor de piel (porque siempre están) que pueden manifestarse en forma de oportunidades, encuentros o eventos que resuenan con nuestros deseos y aspiraciones.
5 formas de activar esta herramienta en ti:
-Date unos minutos al día para reflexionar en medio de la naturaleza, o meditar en tu práctica diaria y sentir como fue tu año y que sientes que necesitas para el siguiente, estableciendo nuevas intenciones, soltando miedos y temores.
-Esta época está llena de simbolismos y rituales, busca y crea los que mas te resuenen para sentir que el ambiente de tu casa y celebraciones es propicio para esta energía.
-Permítete estar atento, abriendo tu mente a señales, mensajes, recuerdos todo eso que puede llegar de manera sutil pero que puede tener un gran sentido que solo para ti es importante
-Di si a cualquier situación que sientas como oportunidad para tener acciones conscientes, siempre evaluando previamente, pero si está llegando a ti es por algo, siéntelo.
-Disfruta de conexiones con otros que te permitan, dar, compartir, agradecer, sentir el amor del otro, actividades que te llenen el corazón profundamente y no que sientas que necesitas cumplir con algo.