Claudia Psicoterapia

El camino de Santiago, metáfora del camino de la vida 

El camino de Santiago, metáfora del camino de la vida 

Hace 5 años hice mi primer viaje iniciático al camino de Santiago de Compostela a España y realmente fue un caminar maravilloso que me permitió integrar muchos aprendizajes, aquí les enumero algunos: 

 
• Salir de la zona de confort,  

De lo que más me costó en el camino, al moverme de mi comodidad, la subida de una montaña la sentía como que ya no podía más, cuando lo que teníamos planeado no fluía, cuando llovía intensamente y sentía hipotermia, cuando los ronquidos de compañeros de hostales no me permitían conciliar el sueño, cuando sentía que no podía avanzar un metro más por el cansancio; siempre finalmente había una recompensa esperándome que terminaba siendo una linda sorpresa, era cuestión de permitirme ir más allá, entregándome a lo…. 
lo desconocido, disfrutando lo diferente, lo no planeado, me permitió sentir por primera vez la exquisitez del misterio que tanto me asustaba, del cambio que tanto me costaba y del emprender algo nuevo que siempre me paraliza. 

En la vida siempre aparecerán retos, situaciones difíciles, y momentos que leemos como crisis; lo importante es tomar esos momentos como oportunidades de crecimiento, para seguir desarrollando más destrezas y habilidades que habitan en ti y todavía no las practicas.  

 
• Caminar en silencio…que gran aprendizaje!  

Al caminar en consciencia, respirando, sintiendo cada paso, en auto observación te colocas en un lugar de atención plena hacia ti, hacia tu interior con lucidez, que me permitió estar atenta y sentirme en plenitud con el todo. Y desde aquí poder disfrutar y agradecer todo como un regalo permanente, la naturaleza, el rio, el pájaro, el amanecer, la flor, la piedra…dándome tiempo para valorar el regalo de no hacer, de la lentitud, de potencializar los sentidos, de desacelerar el ritmo, para entrar en una vibración sutil que me permite estar despierta, sintiéndome una creación perfecta de Dios. 

La sociedad siempre nos está pidiendo una opinión, que expresemos una creencia, un punto de vista, que pongamos un adjetivo a todo, esta sobrevalorado el hablar y nos distrae de escuchar lo verdaderamente importante: lo interno en mí; siempre tener que decir algo se hace para sentir aprobación y sentirse ser parte de algo, de un grupo, situación que solo tranquiliza al ego. 

 
• La liviandad del caminar o sea la liviandad de la vida,  

Había un caracol que “casualmente” siempre veía todas las mañanas en el momento que iba a iniciar el camino, ese pequeño animal que lleva todo lo necesario a cuestas, la sencillez, la lentitud, lo básico; y como era muy poco lo que yo podía cargar en la mochila, luego comprendí que era lo que necesitaba; durante la vida nos vamos llenando de excesos que solo nos hacen más pesado el caminar y estos excesos tienen que ver con lo material, desde el consumismo permanente, hasta lo que emocionalmente cargamos y no podemos dejar ir ni soltar. 

Llevar solo lo que te corresponde te permite andar erguido, disfrutando el presente y co-creando el futuro, sin expectativas, solo agradecimiento. 
Ese agradecimiento que me permitió sentir que estaba recreando el camino de la vida en mi linda peregrinación hacia Santiago de Compostela 

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